
En la obra de Esteban Vicente (España 1903- EEUU 2001), el color, los contrastes y su vibración, captan un sentido espacial convirtiéndose en elementos compositivos y estructuradores.
Sus manchas pigmentadas y el espacio, al mismo tiempo, abierto y compartimentado entre ellas, dotan a su obra de una imponente energía contenida. Eliminando todos los significados extra visuales que pudiéramos asociar, las armonías que se crean en el diálogo de los colores parecen producir un campo gravitatorio entre ellos y una sensación de flotación entre los contrastes de luz y la composición.
El artista aborda cada una de sus obras no como una pieza única, sino como parte de un proceso: “Cualquiera de mis pinturas es parte de una secuencia, parte de un total. Cada pintura resuelve a su manera, pero la continuación, el proceso, las envuelve a todas”.
A lo largo de su experimentación artística, construye y deconstruye la línea, el plano y el volumen, en un lenguaje bidimensional de objetos ópticos ilusorios. Dedica su exploración y proceso de creación al estudio de cómo estructurar la forma, la luz y las posibilidades del pigmento cromático.
El expresionismo abstracto, la escuela de Nueva York

Esteban Vicente, aunque siempre declaró no pertenecer al expresionismo abstracto, se puede adscribir a la Escuela de Nueva York de ese movimiento, en el que un grupo de artistas (en los EEUU con la IIWW que culmina a finales de la década de los 40 y principio de los 50) -entre los que figuran Philip Guston Franz Kline, Jackson Pollock, Barnett Newman, Mark Rothko y Willem de Kooning-, experimentan una pintura abstracta expresionista, cromática y dinámica.
“Para ser pintor tienes que saber dibujar… El dibujo es la forma que tiene el artista de investigar… El pintor ve dibujando”, afirma Esteban Vicente.
El artista emigra desde España a Nueva York en 1936. Lleva consigo su preparación académica y la adquirida en sus visitas europeas; toda la información de su exploración dentro del arte de vanguardias desde Cézanne a Matisse, y más en concreto el cubismo sintético picassiano. Desarrolla una voz individual dentro del expresionismo abstracto que se caracteriza por sus composiciones cuidadosamente construidas y su exploración del color y las armonías tonales. Todo ello frente a la pintura gestual y dramática de improvisación expresiva que le diferencia del resto de los miembros de aquel movimiento.
Paisajes interiores

«Yo hago trazos y los quito, los cambio, hasta que todo está en su sitio», dice Esteban Vicente, que nunca realizaba bocetos. Usaba el collage para desarrollar posteriormente su pintura. Por necesidad material utilizó de papeles desgarrados de revistas a todo color que le sirvieron para experimentar la manera de modificar el plano pictórico mediante el ritmo, la vibración, la fragmentación y la interacción de los campos de color.
Asimismo, el juego que le ofrece el collage radica en que, mediante papeles que pinta previamente, puede componer sus obras observando el diálogo entre los colores y las formas amorfas del recorte, dejando que surja cuidadosamente lo que la intuición le dice que andaba buscando: un lenguaje íntimo, sencillo, delicado, evocador, lírico y contemplativo, dotado de una tensión resuelta que le lleva alcanzar un estado de equilibrio.
Para Esteban Vicente “pintar no es pensar, sino sentir”. Sus manchas hablan de sus paisajes interiores y, contemplando con detenimiento su obra, descubrimos que no sólo observamos con los ojos, su pintura también se siente.

Exposición: en el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente y en la galería Elvira Gonzalez, del 27 de noviembre del 2019 hasta el 8 de febrero del 2020.
Fotografía: Oscar Rivilla
Música: Dr Symptosizer
Edición: Alexis Fernández en Cursiva Comunicación
Dirección de arte: Oscar Rivilla y Carolina Verd
Moda:
Foto principal y foto 2: mono color calero de Bash; botas Doctor Martens cortesía de Globally.
Foto 3: vestido de Bash y tacones de Star Collection cortesía de Globally.
Foto 4: vestido de Psophia official cortesía de Finally Press y zapatos de Star Collection cortesía de Globally.
Foto 5: mono amarillo de Bash y botas verdes Doctor Martens cortesía de Globally.
Bien por Carolina Verd que siendo pintora y, no obstante también letrada (licenciada en Derecho), se atreve a caracterizar a este casi desconocido pintor.
Me gustaMe gusta
Ja ja ja ¡Gracias!
Me gustaMe gusta