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En los últimos seis años, Eamonn Doyle ha irrumpido en el mundo de la fotografía con un conjunto de obras Trilogía de Dublín, al que ha seguido K, una serie de fotografió en Irlanda y en España.
A través de su obra invita al espectador a un viaje para los sentidos. Y es que Doyle, artista polifacético, ha sido músico, y consigue que su fotografía tenga un aire que sólo un músico sabe proporcionar a todo lo que toca. Al observar sus fotografías, de fondo suena una canción de asfalto y soledad, de vacío.
En su serie Trilogía de Dublín nos muestra su ciudad desde su personal punto de vista, mediante personajes anónimos que la habitan en su deambular cotidiano. El fotógrafo atrapa a través de su objetivo a los viandantes en una toma que mira de arriba abajo, como si quisiera resaltar la dureza de los sonidos metálicos que rebotan en él hormigón.
Nos expone a lo desolador de la intemperie, en su serie K, con figuras inclementes recubiertas de telas donde el propio tejido abultado retumba dentro de la silueta. ¿Es posible dotar de musicalidad a una fotografía? ¿Extraer danza de una imagen?

Pintar pinceladas de color con la cámara
“Siempre quise ser pintor ―y todavía creo que quiero serlo― por lo que constantemente me impresionan las diferencias entre ambos procesos. En la pintura te enfrentas a un lienzo en blanco, mientras que en la calle ese lienzo ya está lleno”, explica Doyle.
Eamonn Doyle compone y emite su canción solitaria en sus lienzos-fotografías, en esos paisajes secos y abruptos paisajes de hormigón, adoquines y líneas de calzada. Las pinceladas se convierten en la propia ropa de colores vivos de sus figuras que se visualizan frente la aridez que también la envuelve. El paisaje parece ser arrastrado a iniciar un paso de danza instantáneo e inquietante donde la figura toma protagonismo con poder rutilante sobre el contexto.

¿Puede una fotografía mutar en danza inmóvil?
Figuras de luz y color que se desvanecen bajo un cielo azul; nubes que se entremezclan entretejidas con las telas; terreno árido sobre el que se yergue una figura envuelta en velos y revuelos, donde a veces se adivina una cabeza, el vientre, la cadera… A la vez puede ser otra cosa que existe a pesar de ese paisaje. Figuras cambiantes de color y forma en un viraje movimentado que emite un sonoro vacío.
Formas, texturas y gestos sugerentes de contrastes musicales en evolución. Así son las imágenes-lienzo de Eamonn Doyle, imágenes que nos atrapan como atrapan a las figuras que reflejan
Exposición: Eamonn Doyle en Sala Fundación Mapfre Bárbara de Braganza del 12 de septiembre del 2019 al 26 de enero del 2020
Fotografía: Oscar Rivilla
Música: Dr Symptosizer
Edición: Alexis Fernandez en Cursiva Comunicación
Dirección de arte: Oscar Rivilla y Carolina Verd
Estilismo colaboración: Carolina Omaña
Moda:
Cortesía de Bryant Park Comunicación
Sin este magífico trabajo de presentación y difusión, la exposición y las fotografías de Eamonn Doyle, y su contenido sin interpretar, no alcanzarían el valor que se les da con el acierto de la interpretación con palabra adecuada…
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Gracias, «la interpretación con palabra adecuada» es un desafío para mí. La interpretación a través de las imágenes, del texto, del vídeo y de la música…es posible gracias al equipazo que me apoya, y todo para contagiaros curiosidad y ganas de acercaros al arte. Gracias por estar ahí.
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