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“Los factores que intervienen son demasiado numerosos y complicados para que cualquier mente humana, incluso la de su creador, pueda prever todas sus combinaciones. Para cada uno de ellos, Calder establece un marco general de movimiento y luego los abandona a su destino: el tiempo, el sol, el calor y el viento determinarán la particularidad de cada baile”.
Jean-Paul Sartre
Artista del equilibrio, escultor del movimiento mecánico, Alexander Calder (Estados Unidos, 1898-1976 ) logró dotar de dinamismo al arte abstracto de su época. Con su visión única, regaló una fiesta para nuestros sentidos. Porque en un circo de elementos, el viento, el color, la luz y la sombra son capaces de danzar ligeros, haciendo desaparecer la pesadez del metal.
Escultor del movimiento
En una visita al estudio de su amigo Mondrian, cuenta Calder que “la luz entraba desde la izquierda y desde la derecha, y en la pared sólida entre las ventanas había acrobacias experimentales con rectángulos de cartón de colores pegados …” Así nació la idea y su necesidad de hacer oscilar lo que hasta ahora había sido inamovible, en un juego de volúmenes, fuerzas, pesos y formas.
Cirque Calder
Calder amaba el circo, construía pistas en miniatura para invitar a sus amigos al espectáculo más fascinante del mundo, habitado por toda la troupe de funambulistas, payasos, domadores de fieras, malabaristas, contorsionistas, etc. Creados a partir de la articulación de cables, lana, trozos corcho y tela, el alambre se convertía en su pincel.
Dibujar colgando trazos en el aire
La palabra “móvil” contiene acepciones de varios conceptos fuertemente pregnantes para la acción y actuación (significativos y hasta contradictorios): motivación, movible, volante, portátil, mecánico, ambulante, causa, razón, aliciente, fundamento, origen, raíz…
Calder accionó y actuó en su tiempo y para su tiempo jugando con lo cinético y buscando en el equilibrio y la burla de la gravedad, diversión y constantes emociones. Cada vez que uno de sus “móviles” se activa por el viento, Calder nos invita a un gran espectáculo de pequeño formato, haciéndonos sentir, la inocencia y el asombro de la niñez. Esos que quizá nunca debimos olvidar.
La obra de Calder, entre otros lugares, se puede visitar en el Centro Botín, enmarcada en la exposición Calder Stories. En el Museo Picasso de Málaga, en la muestra Calder-Picasso; en la Galería Elvira González en Madrid; Calder. Gouaches, en el Museo Reina Sofía de Madrid; el móvil Carmen.
Fotografía: Oscar Rivilla
Música: Dr Symptosizer
Edición: Alexis Fernandez en Cursiva Comunicación
Dirección de arte: Oscar Rivilla y Carolina Verd
Aunque si pretendes mover los colgantes de Calder mediante soplidos y enseguida te reprenden y llaman al orden los vigilantes en las exposiciones y museos, estos artefactos estaban hechos para moverse según les soplara el viento. Y, funcionaban solos, abandonados a su suerte, siempre imprevisiblemente…, como ahora funciona el tráfico (móvil) en las rotondas…
Felicito al equipo por esta divertida divulgación de la obra del irrepetible Calder.
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Gracias, si, sigo soplando en la presencia de un móvil a ver si lo muevo…shhhh
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