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Esta semana estuve con Rafa Macarrón hablando sobre arte. Nos recibió en su estudio en Madrid, un espacio de increíbles vistas al vasto monte del Pardo. Cuando entras por la puerta-cuadro de su estudio, entras a un mundo aparte, un mundo equilibrado en el que todo parece estar donde precisa estar: un tanque de flotación invadido por una explosión de colores vibrantes, galaxias de botes acrílicos, rotuladores, tubos de óleos, maquetas, cuentas, piezas, botones, fibras que conviven sobre un suelo de manchas vivas.

El poder del asombro por las pequeñas cosas
En la obra de Macarrón todo fluye en un dominio intuitivo del espacio y la composición.
Los colores son mezclados con espontaneidad, un color se sujeta con otro en un diálogo armónico de atrevidas combinaciones. Los personajes de sus cuadros despiertan nuestra curiosidad: ¿De dónde vienen y a dónde irán? Dan ganas de abrazarlos, son como el propio Rafa: gafotas, tiernos, intuitivos, tranquilos, inteligentes, suaves, espirituales, divertidos y llenos de color.
Los micromundos de los cuadros de Rafa Macarrón se perciben como un estado en el que rigen las reglas del equilibrio y del orden del Universo.

Rafa, uno de los artistas españoles con más proyección internacional
El mundo del que proviene y en el que vive es el mundo del arte y de la cultura. Manuel Hernández Mompó, el grupo El Paso, Alfonso Fraile, Manolo Millares y Francisco Iturrino son los artistas que más admira. De la escuela de París Rafa aprendió sobre el color, la elegancia y la calidez de las obras. De lectura obligada son Las confesiones, de San Agustín; Los lirios del campo y las aves del cielo, de Søren Kierkegaard; estos libros son los que más le han marcado y ayudado en el camino que ha emprendido de conexión interior y de reflejo de ésta en sus obras.

De lo espiritual en su arte
Rafa nos habla de su mundo espiritual: lee literatura mística, filosofía y poesía. En su obra espontánea, equilibrada, despreocupada, se refleja que Rafa es un artista con anhelos espirituales. El camino del desprendimiento para alcanzar la máxima libertad es el que le enseñó a escuchar al cuadro en proceso de creación, en un lenguaje directo y sin dudas. Sin boceto, directamente en el lienzo, Macarrón pinta desde un espacio interior intuitivo y de conexión, al que solo se llega con disciplina, trabajo y, a la vez, dejándose llevar, fluyendo.

Fotografía: Oscar Rivilla
Música: Dr. Symptosizer
Diseño Conceptual: Carolina Verd
Moda:
Joyas colección Rafa Macarrón de Catalina D´Anglade
Camisa rosa y pantalón franela color teja de Forte_Forte, zapatillas de Golden Goose; cortesía de Pez