| read in English |
La exposición sobre Lina Bo Bardi, presentada en la Fundación Juan March del 5 de octubre de 2018 al 13 de enero de 2019, nos invita a conocer el rico universo de esta artista multifacética de origen italiano: arquitecta, museógrafa, diseñadora, escritora, activista cultural y comisaria de exposiciones. Brasil se convierte en su país adoptivo y adoptado, país de oportunidades donde se refugia. Un país nuevo, abierto, receptivo, joven, divertido, de naturaleza virgen y gentes afectivas. Todo lo contrario de la Italia fascista, presa de sus horrores y sueños imperialistas, de la que emigró. Esta exposición nos muestra la riqueza de la mixtura de las influencias del Viejo Mundo del que procedía, traídas al Nuevo Mundo donde elige vivir.
¿Tupí or not tupí? That is the question
Esta muestra toma el nombre del “Manifiesto antropófago”, escrito en 1929 por Oswald de Andrade, donde reflexiona sobre la antropofagia brasileña. Con este título se crea un símil entre la costumbre de los indios Tupíes, que capturaban a sus invasores y convivían con ellos, para después comérselos (llevada al cine en Como era gostoso o meu frances por Nelson Pereira dos Santos. Brasil, 1971), en una búsqueda por devorar la información del mundo encontrado; y la antropofagia inversa de Lina, que devoró y absorbió la riqueza de su país de adopción, desde las influencias más antiguas –las étnicas– a las políticas más recientes del país, las influencias nativas, indias, negras y las del nordeste de Brasil. En sus proyectos existe un estimulante aire de mezcla y equilibrio entre extremos: costumbres populares y vanguardia, tradición y modernidad, trabajo colectivo del pueblo e individualidad del artista.
Mixtura de influencias del Viejo Mundo: La Bauhaus, influencias pictóricas como las de Giorgio de Chirico; arquitectónicas, como las de Erich Mendelsohn, Mies van der Rohe y hasta de Phillip Johnson; con las influencias que recibe en su nueva tierra, como las de dejarse poseer por su frondosa, exuberante y virgen naturaleza. Para Lina, la pluralidad cultural de Brasil y su riqueza podían dar nueva vida al Viejo Mundo.

Sonho Meu, sueños para un futuro mejor
La exposición reúne 348 obras: fotografías, esculturas, pinturas, dibujos, objetos y piezas de artesanía de Lina y de artistas internacionales, artistas brasileños y arte indígena. Las piezas invitan al espectador a empaparse de entusiasmo por conocer un Nuevo Mundo, replanteando, no sin nostalgia, la cultura europea con sueños renovados, deseos y proyectos para crear un futuro mejor.

Lina para mí
Su proyecto más emblemático y conocido fue el MASP (1958), Museo de Arte de São Paulo, de arquitectura radicalmente brutalista (de una pieza), situado en lugar preeminente de la importante y suntuosa avenida Paulista.
Lo que más me gustó: La Casa de Vidrio, la casa de Lina, una casa con aires de modernidad, fundida en la exuberante vegetación de la selva atlántica. Parece un insecto que puede echarse a volar en cualquier momento.
Fotografía: Oscar Rivilla
Música: Dr. Symptosizer
Diseño conceptual: Carolina Verd
Moda: jersey negro y blanco de “pata de gallo” de Liujo, cortesía de Finally
Foto principal: Casa de Vidrio, de Lina Bo Bardi. São Paulo (1950-1951)
Lina Bo Bardi: tupí or not tupí. Brasil, 1946-1992
Gracias a la Fundación Juan March por esta exposición que da a conocer esta particular histórica embajada europea que, por entonces, fue tan bien recibida en Brasil y que ya forma parte de su cultura (antropófaga).
Gracias también por la difusión que, a todo ello, amablemente le presta su apoyo y acompañamiento Carolina Verd y su competente equipo.
Me gustaMe gusta
Gracias Antonio.
Me gustaMe gusta