El Palacio de Gaviria, de Madrid, acoge hasta el día 15 de julio la exposición Duchamp, Magritte, Dalí. Revolucionarios del siglo XX, la muestra contiene numerosas obras, todas préstamos del Museo de Jerusalén y pertenecientes a la colección de Arturo Schwart, la cual ha sido organizada por Arthemisia y cuenta con Adina Kamien-Kadzan como comisaria.
La exposición está estructurada en cinco temas: Yuxtaposiciones maravillosas, Deseo: musa y abuso, El automatismo y su evolución, Biomorfismo, e Ilusión y paisaje onírico; a través de los cuales nos muestran el mundo del surrealismo y del dadaísmo. En la exposición, además de las obras de Duchamp, Magritte y Dalí, podemos admirar creaciones de Max Ernst, Man Ray, Calder, Yves Tanguy o Francis Picabia, entre otros.
Viajar entre “el sueño y la realidad” para crear un nuevo orden en el mundo
El surrealismo y el dadaísmo surgen en el período de entreguerras (1918-1939) por la necesidad de romper y crear un orden nuevo en el mundo, completamente diferente del que existía, cambiando las leyes de la razón y la lógica a través del arte y como crítica al mundo occidental y al racionalismo. El objetivo del surrealismo es liberar el subconsciente del hombre a través del arte, liberar el pensamiento de los controles de la razón y liberarlo de preocupaciones morales.
El dadaísmo surge por la necesidad de dar a entender al mundo que los valores morales, estéticos y artísticos establecidos eran un sinsentido, habían perdido su razón de ser como consecuencia de la catástrofe producida por la guerra. El azar, el desorden, la provocación y el escándalo son sus herramientas para desmitificar los valores hasta ahora consagrados en la sociedad, para demostrar la necesidad de establecer un nuevo orden desmontando las corrientes estéticas, hasta entonces regidas por el racionalismo y el academicismo.
El mundo de Magritte
Magritte, con sus pinturas que invitan al espectador a pensar y extrañarse, parece decirnos: “atrévete a mirar y piensa” Todo está abierto a la interpretación. Sus propuestas de irrealidades absurdas, descolocadas, plantean juegos de imágenes que atrapan por lo inverosímiles que llegan a ser, provocando perplejidad en quien las contempla atraído por su burla-engaño; finalmente, se demuestran solo posibles en la ficción de la incongruencia lograda a base de trucos de manipulación pictórica. Magritte nos invita, a través de sus juegos visuales, a cambiar nuestra forma de percibir la realidad, a acompañarle en su delirante viaje y a formar parte de su obra con nuestra interpretación. Sus motivos recurrentes son manzanas verdes, rostros cubiertos, sombreros de bombín, su autorretrato, cielos azules con nubes, tableros y piezas de ajedrez, creando con estos elementos un lenguaje propio que invita al espectador a replantearse lo lógico y lo conocido.
En la exposición del palacio de Gaviria, entre otras obras, se puede visitar El castillo de los Pirineos (1959), a través del cual el pintor belga nos transporta a su inconfundible y personal mundo onírico. La pintura nos muestra un castillo aislado de todo, construido sobre una roca que flota ingrávida, como las nubes en un cielo azul, sobre las olas del mar. Para mí es pura poesía.
Un Universo entre “el sueño y la realidad”
Después de visitar la exposición, hablaremos sobre las herramientas que nos otorga el arte para concienciar, denunciar y provocar un cambio perceptivo en nuestra sociedad. Crearemos nuestro propio “ismo”, decidiremos cómo bautizarlo y las reglas del juego que lo regirán. Yo, por ejemplo, estoy muy preocupada por la necesidad que tenemos como humanidad de acercarnos al mundo del arte. ¿Qué sería nuestra sociedad sin el arte?, ¿qué sería de nosotros si solo lo que aporta un beneficio utilitario es válido y tiene un lugar en el mundo y el resto no? La filosofía contra lo imperante, que trata de aquello hasta ahora desconsiderado por su ambigüedad, como lo es el arte, nos puede ayudar en este trance (Sloterdijk).
Fotografía: Oscar Rivilla
Diseño conceptual: Carolina Verd
Moda: Foto principal:
Cortesía de L´Showroom Comunicación; Tocado Mar Balmón
Vestido capa de Arantxa Morcillo
Cortesía de Finally Press; Zapatos Pura López
Foto 2:
Cortesía de L´Showroom Comunicación:
Top y pantalón de Arantxa Morcillo
Cortesía de Finally Press; Zapatos Pura López
Foto 3:
Cortesía de L´Showroom Comunicación:
Gabán de Mad Rubb
Cortesía de Finally Press:
Pantalón de Liujo
Zapatos de Ana Marttin shoes
Foto 4:
Cortesía de Finally Press:
Chaleco de Liujo
Zapatos de Hannibal Laguna
Todos estamos en curso de aprendizaje y, reconozcámoslo, en nuestra vida académica también hemos aprendido mucho ‘fuera de curso’, principalmente guiados para resolver nuestras dudas y satisfacer nuestra curiosidad investigando por nuestra cuenta. Pero al llegar a las preguntas decisivas para resolver un problema o establecer un criterio había que escoger a quién hacérselas; y eso recaía en quien nos ofrecía confianza y crédito a la hora de confiarle nuestro estado de ignorancia sobre el asunto.
Si la intuición y la conjetura es al arte y a la moda (pasajera pero consumada de sutilezas, sugerente de emociones y cargada de humanidad) ―y, por qué no, al estilismo―, lo que la racionalidad y la verificación de eficaz funcionamiento es a la ciencia y a la tecnología, estaremos de acuerdo en que, la experimentación, el rigor y el logro de llegar a un resultado concluyente, les afectan y les son comunes a ambos contextos.
En este ámbito tan estimulante, confluyente de arte, moda, estilismo, etc., están empeñados Carolina, Oscar, equipo y participantes, co-laborando animados e incesantes.
Ha llegado el momento donde habría que rendir un reconocimiento a su esfuerzo, a su labor, a su capacidad y a su ejemplar proceso de refinamiento en este mundo que nos podría parecer caprichoso y de tendencias pero que no deja de ser verdaderamente humanístico.
¡Enhorabuena a todos!
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¡Gracias!
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