Toda obra de arte surge de una idea y de la expresión de esa idea como respuesta a una necesidad de crear, de explorar el límite del mundo conocido para hacer algo nuevo.
“Límite” es la noción que le sirvió al filósofo español Eugenio Trías para elaborar un pensamiento que busca el sentido del mundo. Lo que queda de un lado de la limitación es el mundo mismo, es lo conocido, el lugar de donde somos los hombres. Lo “otro” constituye lo que está fuera del límite, es lo desconocido. El límite es el sentido de identidad y la diferencia a la vez.
Los límites del mundo
“El arte es la tarea humana que empuja a la creatividad a explorar el mundo y empezar a reconocer sus límites y, por momentos, a traspasarlos. El arte nos conduce a la experiencia que puede indicar en dónde termina y en dónde comienza el mundo. Si en nuestra vida cotidiana nos las habemos con las cosas, con los objetos que utilizamos y que reconocemos de manera normal, el arte es la hipérbole de la cotidianidad, nos saca de esa habitualidad y nos reinstala en el mundo de otro modo: nos obliga a preguntarnos sobre los límites del mundo, sobre el alcance significativo de nuestros hábitos y de todo lo que aparece en ellos. El papel del artes es, entre otros, aclarar o revelar, por una extensión de la experiencia, lo que para el ojo cotidiano queda oculto”, escribe el filósofo en su libro Los límites del mundo.
Para Eugenio Trías, el arte nos ayuda a comprender mejor el mundo: “Es uno de los grandes instrumentos que tiene el hombre para la supervivencia por un lado, y de goce para la inteligencia por otro. El arte es una verdadera brújula para nuestra capacidad de gozar. E, insisto, una forma de conocimiento”.
El arte como lugar de expresión y de invención de los significados que hacen habitable el mundo
“Expresar”, según la RAE, es “Dicho de un artista: Manifestar con viveza y exactitud los afectos propios del caso”. El proceso de creación –concebido como el proceso de experimentación, de búsqueda, de expresar una idea– es un proceso “residual”. Es decir, de quitar lo que sobra, dejar solo los residuos, entendiendo estos como lo necesario. Creando en el arte se extiende la definición de lo habitable en el mundo al romper los límites de lo desconocido y convertirlo en habitable y conocido por el hombre. El proceso creativo se inicia sin saber lo que se va a encontrar, es un viaje a lo desconocido, a lo que hasta ahora no pertenecía a este mundo. Como en la odisea de Ulises, el propio viaje se convierte en el objetivo, y lo más difícil es saber escuchar cuándo desapegarse de la obra y darla por cerrada, porque uno no se da por rendido hasta que su búsqueda le da satisfacción.
¿Os ha pasado alguna vez que, por querer seguir experimentando, lo que en un principio parecía un proceso de quitar lo que sobra en una búsqueda, terminó por convertirse en un laberinto? Aprender es extraviarse, hay que extraviarse para encontrar. Si te sabes el camino, no te extravías, pero no encuentras nada.
Fotografía: Oscar Rivilla
Diseño conceptual: Carolina Verd
Moda cortesía de Finally Press
Vestido amarillo: Antonio García