El paraíso. Un día de clases en la Bauhaus

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¿Os imagináis cómo sería un día de impartición de clases en la Bauhaus con profesores como Vasily Kandinsky, Paul Klee, Josef y Anni Albers, Gunta Stölzl, Marcel Beuer, László Moholy-Nagy, y Oskar Schlemmer, Gropius, Hannes Meyer, Mies van der Rohe (estos tres últimos como directores)? Pienso en esta imagen protagonizada por ellos, estimulando a sus alumnos a descubrir y explorar su propia individualización creativa; unas clases en las que se analizaba desde un punto de vista contemporáneo a los antiguos maestros, aprendiendo innovadoras teorías sobre la forma y el color, experimentando con nuevos materiales y texturas. Todo con el fin de desarrollar la capacidad en su alumnado para crear conjuntamente, aprendiendo los unos de los otros y en plena libertad, sin atender a las restricciones marcadas por épocas pasadas; todo para hacer emerger un pensamiento crítico, provocando una revolución en la concepción del arte y el diseño. Para mí asistir un día a sus clases sería como alcanzar el nirvana.

Bauhaus. Laboratorio de la modernidad

El arquitecto Walter Gropius, fundador de la primera escuela Bauhaus en Weimar (1919), creó la escuela y reunió a un elenco de artistas de vanguardia con el propósito de que el arte volviera a formar parte de la vida cotidiana, promoviendo, asimismo, la formación de una nueva clase de artistas que pudieran involucrarse en todas las disciplinas.

Hay momentos en la historia en que una confluencia de personas decididas, ideas transformadoras, inquietudes culturales e innovaciones tecnológicas, impulsadas por una fuerte motivación de búsqueda de alumbradores horizontes, generan un movimiento que pone en acción y anima al mundo desde su iniciativa de progreso. El «momento histórico» de la escuela Bauhaus fue uno de ellos, a pesar de la inestabilidad económica traumática de posguerra y del reticente e inamovible culto a la tradición conservadora.

Arte adaptado a las necesidades de la sociedad

El magisterio Bauhaus, heredero renovador del movimiento Artes y Oficios, inconformista y a la vez inspirado en la estética de la máquina, nació con la vocación de conjugar con arte la producción industrial, artesanal fabricación y consumo en serie de objetos prácticos que hizo asequibles, ofreciendo a la sociedad un nuevo espíritu visionario, liberador, regenerador, optimista y cosmopolita de futuro.

Arte adaptado a las necesidades de la sociedad, el origen del término Bauhaus procede de las palabras alemanas “Bau” (construcción) y “Haus” (casa). Su influencia, que llega hasta nuestros días, ha convertido su nombre en sinónimo de evolución y modernización del mundo del arte.

Uno de los desafíos que ha conseguido la Bauhaus ha sido lograr crear una cultura del pueblo y para el pueblo donde las artes y la artesanía confluyen con el fin de conseguir una sociedad más equitativa. Estética y utilidad, belleza y necesidad, se aúnan, facilitando el acceso del arte a todos los individuos, hogares e instituciones al crear productos funcionales y bellos al mismo tiempo. Sus diseños parten de figuras geométricas simples, como el círculo, el cuadrado y el triángulo, a las que atribuye un carácter determinado. Así, el círculo es “fluido y central”, el cuadrado resulta “sereno”, y el triángulo “diagonal”. Un canto a la vida cotidiana, donde el arte se encuentra en aquello que nos rodea, a veces en lo sencillo, ratificado por la famosa frase de Mies van der Rohe: “Menos es más”.

100 años de Bauhaus

Bauhaus (1919-1933), la escuela de arte y diseño, celebra el centenario de su fundación este año. Bauhaus significa culmen y referente de la vanguardia histórica germana. Bauhaus representa logro de facto de la propuesta para un aprendizaje experimental con resultados tan bellos como pragmáticos, útiles y socializados. Bauhaus, fenómeno cultural de localización temporal y, sin embargo, subsiguiente estela de influencia internacional que más ha prevalecido.

Cuando en 1933, en los albores de la Alemania nazi, se tuvo que cerrar la escuela por motivos de política absolutista, supremacía nacional-socialista y, asimismo, discriminación racial e ideológica, la Bauhaus ya había dejado su impronta, divulgada en el mundo con los resultados tangibles propiciados con su visión regeneradora. Además, el exilio de sus profesores permitió que la escuela propagase su filosofía en todo el orbe.

Si miramos a nuestro alrededor en busca de “señales Bauhaus”, quizá las encontremos en nuestra propia casa. ¿Cuánto de Bauhaus tiene tu casa? Quizás, incluso hasta los vasos tengan el sello Bauhaus: útiles, prácticos, bellos…

Fotografía: Oscar Rivilla

Música: Dr Symptosizer

Edición: Alexis en Cursiva Comunicación

Dirección de arte: Carolina Verd

Moda:

Foto principal: vestido azul con mangas rosas y zapatos rojos de Ágatha Ruiz de la Prada

Foto 2: falda amarilla y zapatos azules de Ágatha Ruiz de la Prada

Foto 3: vestido negro de Ulises Mérida, zapatos rojos de Ágatha Ruiz de la Prada

Foto 4: vestido rojo de Ágatha Ruiz de la Prada

10 Comentarios

  1. Excelente post! Muchas gracias por compartirlo. Me encanta el trabajo artístico que hay detrás de cada post, como das vida a las obras de los artistas o de los movimientos artísticos.

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