ARCO 2018

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Mujeres y arte

Este fin de semana leí un reportaje sobre la realidad de la mujer en el mundo del arte escrito por Paka Díaz en mujerhoy y me impactaron los números.

Pese a representar las mujeres el 60% de los estudiantes de Artes y Humanidades, solo el 3,7% de las obras que se exponen en las galerías y museos occidentales están firmadas por mujeres, según un estudio de Artnet y la Universidad de Maastricht.

La invisibilidad de la creación femenina ha sido una tradición histórica de la que solo en las últimas décadas se ha empezado a tomar conciencia. Muchas se ocultaban tras la identidad del padre, el hermano o el marido: ni firmaban ni cobraban.

“¿Tenemos que estar desnudas para entrar en un museo?”, preguntaban las Guerrilla Girls en 1989.

La pinacoteca más importante de nuestro país, el Museo del Prado, con alrededor de 1100 obras expuestas, suele mostrar entre cinco y siete firmadas por mujeres cada año.

Apuestas por la igualdad

El director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, reconocía en una entrevista a ABC que “este año habrá bastantes mujeres artistas exponiendo”. En 2018, el MoMA de Nueva York expondrá a Carole Schneemann, Louise Bourgeois, Tania Bruguera y Tarsila do Amaral.

Poco a poco las cosas parecen estar cambiando, empieza a haber nombramientos femeninos al frente de los museos más importantes del mundo. María Balshaw es primera directora del conglomerado de museos británicos Tate en sus 120 años de historia.

En la feria de JustMAD, que celebra su IX edición a partir del 20 de febrero, hay 134 participantes y 71 de ellos son mujeres, como Elina Brotherus y Gema Rupérez.

Exponer, es el primer obstáculo para las artistas. En ARCOmadrid de 2017 las mujeres suponían apenas un 25% del total, y solo un 5% de ellas eran españolas.  Este año, en la 37ª edición de ARCO hay tres comisarias: Chus Martínez, Elise Lammer y Rosa Lleó , quienes estarán al frente de la sección estrella: #futuro. ¿Supondrá eso un cambio?

El futuro no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer

Este año ARCO ha sustituido su tradicional país invitado por un concepto invitado: el futuro.

El post de blog de esta semana es sobre ARCO y la mirada femenina porque considero que las artistas mujeres no están justamente representadas, ni en las exposiciones ni en las programaciones de museos y centros de arte ni en las direcciones de las mismas. Me gustaría hablaros de tres artistas que han hecho que me conmueva al ver su obra expuesta hoy en ARCO. Es difícil entablar un diálogo con cualquier obra en la feria, hay mucho ruido, demasiados estímulos, pero estas tres mujeres me han hablado hoy a través de sus trabajos.

Cristina Iglesias (en ARCO con la galería Elba Benítez) es mujer, artista y española. Su obra sí está valorada, es una escultora consolidada. A mí su obra me invita a otros mundos; mundos secretos, sutiles, sensoriales; mundos inaccesibles, laberínticos, misteriosos. Las texturas, los materiales, el color y las sombras que proyectan sus obras tienen un lenguaje que entiendo y en el que me gusta estar. Digo “estar” porque sus esculturas son habitables; te arropan, te cobijan.  

Katharina Grosse (en ARCO con Galerie Nächst St. Stephan Rosemarie Schwarzwälder) es una artista alemana que actúa sobre muros, suelos, techos y todo lo que tenga a mano, llenándolo todo de color. La clave central de su obra es la percepción del lugar y su consecuente actuación sobre él. Sus obras desafían nuestras expectativas sobre la relación entre la pintura, el soporte y el espacio que ocupa.  

Lola Guerrera (en ARCO con La Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Boti) artista española, dice sobre su obra: “Aunque los trabajos realizados hace cinco años empiezan a separarse formalmente de lo que estoy realizando en este momento, he ido manteniendo un concepto global en cada uno de los proyectos. Digamos que me ha movido y me sigue moviendo una única obsesión, y es la de trabajar sobre el concepto de Lo Vulnerable (…) en sus más variados ámbitos, y desde las perspectivas más dispares, dándole la coherencia del proceso, pues en mi manera de trabajar esta vulnerabilidad siempre está presente”. Yo he sentido esa vulnerabilidad de la que habla la artista al ver su obra en ARCO flores suspendidas en una composición exquisita y sujetas por hilos. Algo sutil, frágil, pero con un lenguaje muy potente, fuerte; la belleza de su obra habla.

 

¿Qué me decís?, ¿está ocurriendo? ¿Supondrá esto un nuevo posicionamiento de la mujer en el mundo de arte? Demos un paso definitivo para apostar por la igualdad.

Fotografia: Oscar Rivilla
Moda:
Vestido fucsia y rojo Zara
Zapatos naranja metalizado Stuart Weitzman by Finally

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